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Adala UK: crisis en el Sáhara Occidental por la intimidación y represión de defensores de derechos humanos

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Londres,08 de julio de  2017(SPS)-. Las detenciones arbitrarias y la intimidación son riesgos que los defensores de derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado sufren a diario, tal y como Adala UK ha documentado en numerosas ocasiones a lo largo de los últimos años. A pesar de vivir bajo el constante miedo de la intimidación, las amenazas y los ataques, los defensores de derechos humanos siguen trabajando con determinación y valentía día tras día. No es justo que ellos tengan que afrentar estas amenazas solos. La comunidad internacional y la ONU deberían estar trabajando para protegerlos y apoyarlos.
 
Hasana Duihi, defensor de derechos humanos saharaui y miembro de la Asociación Saharaui para las Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos (ASVDH por sus siglas en inglés), participó en la 34a sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. A raíz de su participación en dicho Consejo y en otras actividades de apoyo a los derechos humanos, Hasana ha sido víctima de la presión del Gobierno de Marruecos.
 
Hasana es funcionario y trabaja para el Ministerio de Educación de Marruecos. El 16 de junio de 2017 le ordenaron el traslado de la Academia Regional de Educación y Entrenamiento en El Aaiún a la Oficina Regional de Educación y Entrenamiento en la ciudad ocupada de Boujdour, al sureste de El Aaiún y a unos 200km de su casa.
 
En ASVDH  Hasana se encarga de documentar las violaciones de derechos humanos cometidas por el gobierno de Marruecos contra la población Saharaui, y en concreto en relación a su derecho a la autodeterminación. El hecho de trasladarlo a otra región es una medida para que deje de trabajar como defensor de los derechos humanos, presionándole allí donde más le duele: alejándolo de su ciudad y su familia (Hasana tiene una mujer y 3 hijos).
 
Hasana dijo a Adala UK: "mi jefe y mis compañeros me dijeron que habían recibido mucha presión por parte de sus superiores y que yo necesitaba ponerme en mi sitio", refiriéndose a la necesidad de abandonar su activismo por el derecho a la autodeterminación. "En una reunión con mi jefe le dije que yo hago bien mi trabajo, llego y me voy a la hora. Mi jefe me dijo que yo era uno de los mejores trabajadores en su departamento, pero que el problema no estaba a su alcance y que sus superiores eran quienes estaban a cargo de esto".
 
La mañana siguiente, Hasana encontró una carta en su mesa en la que se le ordenaba su traslado. Hasana explicó a Adala UK que se quedó sorprendido y al mismo tiempo enfadado, ya que nunca había solicitado el traslado. Hasana intentó discutir el asunto con su jefe para obtener una explicación, pero este se negó - de hecho, ni siquiera quiso recibirlo porque claramente se sentía mal al respeto.
 
Mina Baali, la mujer de Hasana y también defensora de derechos humanos, en el pasado ha sido víctima de desaparición forzada y de numerosos encarcelamientos en condiciones inhumanas por su trabajo documentando graves injusticias cometidas por el Reino de Marruecos contra la población Saharaui. Mina participó en la 30a sesión del Consejo de Derechos Humanos, donde ofreció su testimonio en varios eventos sobre las severas violaciones de derechos humanos que Marruecos comete en el Sáhara Occidental. Mientras estaba en Ginebra, recibió una llamada exigiéndole abandonar el Consejo de Derechos Humanos o arriesgarse a sufrir "graves consecuencias".
 
La pareja considera que la orden de traslado que recibió Hasana es la amenaza que recibió su mujer en la llamada telefónica. Las autoridades marroquíes retiraron el sueldo a Mina pocos días después de su participación en el Consejo el pasado marzo. Participar activamente en la defensa de los derechos en Marruecos o en los territorios ocupados es una peligrosa actividad.
 
Estas ultimas prácticas forman parte de una ya peligrosa colección de medidas de represión utilizadas por las autoridades marroquíes contra los saharauis. Estas incluyen la prohibición de viajar al extranjero, la represión del derecho de protesta y reunión pacífica, así como leyes civiles y administrativas para perseguir a defensores de derechos humanos. El gobierno de Marruecos, además de amenazar y hostigar cualquier  persona que defienda los derechos humanos en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, trata de cultivar públicamente la hostilidad hacia los defensores de derechos humanos a través de la propagación de una retórica demonizante que representa a los activistas como agentes extranjeros.
 
Es evidente que en Marruecos hay un parlamento, un sistema judicial y un gobierno, pero no hay separación de poderes. Hay una monarquía y todas las decisiones finales relativas a cualquier asunto del país se toman en función de ésta. Esto también incluye todos los asuntos relacionados con la ocupación del Sáhara Occidental. Además, las decisiones políticas se toman cuando los activistas saharauis y los defensores de derechos humanos están encarcelados. El caso de Hasana y su mujer son un ejemplo de ello. “Ni siquiera su jefe o el superior de éste pudieron hacer nada”, explicó otro activista saharaui que pidió permanecer en el anonimato.
 
Adala UK urge al gobierno de Marruecos que por encima de todo reconozca que los defensores de derechos humanos son actores legítimos y una parte importante de la sociedad democrática; ellos son la última línea de defensa en una sociedad libre y justa tanto en Marruecos como en los territorios del Sáhara Occidental.
 
La comunidad internacional y la ONU no pueden permanecer sentadas, de brazos cruzados sin hacer nada mientras las autoridades en Marruecos tratan de eliminar los defensores de derechos humanos en el Sáhara Occidental ocupado. Es necesario hacer una investigación exhaustiva de todas las denuncias de ataques, intimidación y detención arbitraria de todos aquellos que defienden los derechos humanos, y el Ministerio de Justicia de Marruecos debe llevar a los tribunales a todas las personas responsables.SPS 090/099  Fuente ADALA UK