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Camilo Villa J.
La organización reconocida por la ONU como la única fuerza política dominante en el territorio, pasó de una estrategia de guerra de guerrillas a un actuar netamente político, siempre con el objetivo de liberar el Sahara Occidental de Marruecos.
Fue el 10 de mayo de 1973 cuando nació el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro, más conocido como El Frente Polisario, por su acrónimo.
En aquellos años, la lucha era contra España. El territorio que hoy comprende la República Árabe Saharaui Democrática era considerado, entonces, una provincia más de la nación europea.
El naciente movimiento independentista utilizó la estrategia de guerra de guerrillas. Y fue efectiva, en cierta medida. Pues España dejó la zona el 14 de noviembre de 1975, sin embargo, transfirió ilegalmente el territorio a Marruecos y Mauritania.
Así, el Frente Polisario siguió su lucha y proclamó la República Árabe Saharaui Democrática el 27 de febrero de 1976. En 1979 lograron que Mauritania renunciara a la parte del territorio que reclamaba, situación que aprovechó el Reino de Marruecos para anexionar todo el país a su soberanía.
Pero esta anexión fue unilateral y no es reconocida por la ONU, organismo que incluye a la zona del Sahara Occidental como uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité Especial de Descolonización, con el fin de eliminar el colonialismo. Además, desde 1975 la ONU reconoce al Frente Polisario como la única fuerza política dominante en el territorio.
Hoy las cosas son así: Marruecos domina la mayor parte del territorio, al cual llama provincias meridionales, sin embargo, la ONU no reconoce su soberanía y el Frente Polisario la rechaza.
Para Pablo Jofré, analista internacional y autor del libro La dignidad vive en El Sáhara, esta situación es justamente lo que hace que el Frente Polisario tenga vigencia, porque su objetivo final aún no se ha concretado.
“El Frente Polisario es el legítimo representante político del pueblo saharaui, es también su fuerza militar, por lo tanto, cumple un rol dirigente dentro del país. Estos 45 años de vida, lo que muestran es un Frente Polisario más presente que nunca, principalmente porque no se ha dado término a un proceso de autodeterminación que está frenado principalmente por Marruecos y su negativa de cumplir con el ordenamiento internacional”.
El también periodista afirmó que hoy esta organización de liberación nacional trabaja en dirigir políticamente la nación y poder llevar a cabo el referéndum que debió hacerse efectivo en 1991 para determinar la independencia de Saharaui, y que sin embargo, Marruecos ha postergado.
En cuanto a las acusaciones que se le hacen al Frente Polisario de ser una organización terrorista, Jofré señaló que el único país que cataloga así a la organización independentista es Marruecos, “no hay otro país que sindique al legítimo representante del pueblo saharaui como terrorista, ni siquiera los Estados Unidos”.
El analista también recordó que 85 naciones reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática, y aún más, este país tiene, desde el año 1991, un representante permanente ante la ONU.
Cabe destacar que esta nación es miembro de la Unión Africana, el máximo organismo continental, del que Marruecos, por cierto, no forma parte.
A principios de mayo, Marruecos informó que rompió relaciones con Irán, argumentando un supuesto nexo entre la nación persa con el Frente Polisario. Para Jofré, este argumento es una justificación barata y obedece más a una política internacional donde Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí han ejercido presión sobre una serie de países que cumplen función de “títeres” en el contexto internacional.
“La acusación de que Irán ayuda logísticamente al Frente Polisario no solo es de una falsedad absoluta, sino que al mismo tiempo obedece a los intereses bélicos de Estados Unidos contra Irán”, afirmó.
Similar opinión tiene el español Pepe Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara, quien afirmó en un escrito que Marruecos no busca más que desprestigiar a Saharaui Democrática para ganar apoyo es sus pretensiones expansionistas.
“Marruecos, desde hace más de 40 años inventa fantasmas para intentar ganar apoyos a su ocupación del Sáhara Occidental y, de acuerdo a diferentes circunstancias regionales e internacionales, intentar “desprestigiar” la justa y pacífica lucha del Pueblo saharaui por su libertad e independencia. Marruecos quiere eludir el proceso de negociación con el Polisario instado por el Consejo de Seguridad en su Resolución 2414 el pasado 27 de febrero”, se lee en el artículo.
Con todo, el conflicto del Sahara Occidental lleva años, y es muy probable que siga sumando mientras Marruecos no de su brazo a torcer. Marruecos está solo en su cruzada de lograr el viejo sueño del “Gran Marruecos”, pues ni África, ni la ONU, reconocen su soberanía sobre el territorio en disputa, y cada vez son más las naciones que reconocen a la República Árabe Saharaui Democrática. Los 45 años del Frente Polisario no han sido en vanos.