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Denuncias desde Cantabria “pasividad de la Comunidad Internacional” en el Sahara Occidental y trasladan firmes muestras de apoyo a las protestas de Guerguerat

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Santander (Cantabria), 10 de noviembre de 2020 (SPS)- La Asociación Alouda Cantabria ha manifestado su firme apoyo las acciones que la población civil saharaui está desarrollando en el Guerguerat, sur del Sahara Occidental,  y ha aclarado que las actuales manifestaciones son resultado del “hartazgo de los saharauis de ver cómo se expolia su tierra, mientras ellos tienen que vivir bajo el yugo de la ocupación marroquí o las penurias del exilio en los campamentos de refugiados”.
Es por ello que,  Alouda Cantabria ha denunciado “la pasividad de la Comunidad Internacional, que con su actitud está consintiendo una situación insostenible, favoreciendo la realización de acciones que pueden acabar con el alto el fuego, después de que el Frente POLISARIO haya optado por la vía pacífica durante los últimos 29 años, tras la paralización de la guerra con la promesa por parte de la ONU de realizar un referéndum de autodeterminación que lleve a la independencia del pueblo saharaui”.
Subrayando el “apoyo a  todas las acciones pacíficas que, desde la población civil saharaui, se lleven a cabo con el fin de defender sus derechos individuales y colectivos como pueblo”,  la organización cántabra ha lamentado  “la tibieza que, desde el Gobierno de España, se manifiesta hacia la resolución del conflicto saharaui, y reclamamos un claro posicionamiento en el cumplimiento de sus responsabilidades históricas y políticas.”
“Exigimos a Naciones Unidas que cumpla con su obligación, exigiendo a Marruecos el cumplimiento de los acuerdos del Plan de Paz y, a la Unión Europea, el respeto a la legislación internacional que condena el expolio de los recursos naturales del Sahara Occidental”, añade la asociación en su comunicado.  
El Guerguerat es una brecha ilegal en el muro construido por la ocupación marroquí, por donde se facilita el expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental por parte del Reino de Marruecos y el tráfico de droga  por organizaciones del crimen organizado marroquíes.  
El 21 de octubre activistas de la sociedad civil saharaui han decidido manifestarse, de forma pacífica, para cerrar dicha brecha ilegal, lo que está provocando serias tensiones entre los militares marroquíes que tratan de controlar la brecha y los saharauis bajo la mirada pasiva de la MINURSO que, lejos de realizar sus funciones, está intentando persuadir a los saharauis para ceses en sus justas y legítimas manifestaciones en la zonas.
Estos días se están movilizando tropas marroquíes a la zona sur del Sahara Occidental y a lo largor del muro militar, lo que ha obligado al Gobierno Saharaui declarar alerta máxima a nivel nacional. “Después de haber concentrado a sus tropas militares a lo largo del Muro de la Vergüenza, en la zona aledaña a la brecha ilegal de El GUEGUERAT, en clara violación de las cláusulas del Acuerdo Militar Nº1; las fuerzas de ocupación marroquíes han emprendido, desde la noche de ayer, una operación de traslado, a gran escala, de efectivos del ejército,  la Gendarmería y otros aparatos de seguridad a la zona”, ha denunciado el Gobierno saharaui.
En un proceso político obstaculizado por Marruecos, los saharauis han subrayado que “la irrupción de cualquier elemento marroquí, ya sea militar, de seguridad o ciudadano civil en esta zona liberada de la República Árabe Saharaui Democrática, conocida como “zona de separación” será considerada una agresión flagrante a la que la parte saharaui responderá con firmeza, en legítima defensa de su soberanía nacional. Supondrá, asimismo, el fin del ALTO EL FUEGO y abrirá la puerta ante el estallido de una nueva  guerra total en la región”.
Asimismo,  el Gobierno Saharaui, hace responsables a la ONU, y en especial al Consejo de Seguridad, de la salvaguarda de la integridad física de los civiles saharauis allí presentes y que están frente al  peligro de una inminente agresión militar perpetrada por militares marroquíes  encubiertos de civiles, lo que constituye una amenaza real que puede desencadenarse en una masacre atroz de ciudadanos saharauis  a quienes les asiste el pleno derecho de manifestarse en pro de los derechos inalienables de su pueblo a la autodeterminación y a la independencia.