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Discurso del Sr. Brahim Ghali, Presidente de la República Saharaui, Secretario General del Frente POLISARIO, con motivo del 48º aniversario de la RASD

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Discurso del Sr. Brahim Ghali, Presidente de la República Saharaui, Secretario General del Frente POLISARIO, con motivo del 48º aniversario de la RASD

Discurso del Sr. Brahim Ghali, Presidente de la República Saharaui, Secretario General del Frente POLISARIO, con motivo del 48º aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática

27 febrero de 2024

 

En el nombre de Allah, el misericordioso, el más Compasivo

 

Pueblo saharaui en todas partes,                             

Hoy celebramos cuarenta y ocho años de la creación del Estado saharaui, que fue la culminación de una larga historia de resistencia y lucha continuada, a través de la cual el pueblo saharaui ha creado una experiencia única y distinguida en la historia de los pueblos y de los movimientos de liberación nacional.

En primer lugar, quisiéramos rendir un merecido homenaje a todos los mártires de la causa nacional, en particular al mártir de la libertad y la dignidad, El Wali Moustafa Sayed, y al presidente mártir Mohamed Abdelaziz.

La proclamación de la República fue la primera encarnación práctica y eterna de la voluntad soberana del pueblo saharaui de vivir libre y digno, con su singularidad e independencia. Un objetivo noble que nuestro pueblo ha buscado a lo largo de su resistencia durante de décadas, que se vio reforzada en su vigorizada dimensión nacionalista por el levantamiento de Zemala liderado por el difunto Mohamed Sid Brahim Basiri.

La proclamación del Estado saharaui fue el paso necesario, urgente y oportuno del Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro (Frente POLISARIO) como respuesta a las abominables y no disimuladas maniobras coloniales destinadas a eludir el derecho de todo un pueblo y confiscar toda su patria.

Además, la creación del Estado saharaui fue un punto de inflexión en la lucha existencial de nuestro pueblo por la libertad y la independencia dentro de una serie de otros hitos sucesivos y decisivos, comenzando con la creación del Frente POLISARIO y el inicio de la lucha armada, la declaración de la unidad nacional y la institución del Consejo Nacional Saharaui, conduciendo a la creación del Estado, la formación del Gobierno y la construcción de la administración nacional.

Pueblo saharaui en todas partes,

 

Hoy han transcurrido cuarenta y ocho años durante los cuales nuestro pueblo ha creado un relato épico de lucha y determinación en todos los frentes para construir el Estado saharaui con sus organismos e instituciones nacionales y establecer su posición y sus relaciones internacionales.

El pueblo saharaui tiene derecho a estar muy orgulloso de su Estado, que ha hecho grandes progresos en diversos ámbitos. Hoy, con sus poderes ejecutivo, legislativo y judicial, está llevando a cabo adecuadamente sus asuntos nacionales a pesar de todas las dificultades de la guerra y las penurias del refugio y el exilio, dando buenos ejemplos y creando experiencias distinguidas en sectores vitales como la administración, la salud, y la educación, entre otros.

El Estado saharaui se enorgullece del papel pionero desempeñado por las mujeres saharauis en nuestra lucha y en los diversos frentes de acción nacional. Asimismo, aplaude la participación incansable y eficaz de los jóvenes, que hoy se refleja en su presencia en todas las instituciones nacionales, entre las que destaca el Ejército Popular Saharaui de Liberación, como ejemplo de compromiso y continuidad, tanto ahora como en el futuro.

Pueblo saharaui en todas partes,

En su cuadragésimo octavo aniversario, la República Saharaui extiende su agradecimiento, aprecio y gratitud a todos los hermanos, amigos y aliados del mundo, sobre todo a la hermana Argelia. Felicitamos a este gran país, con su gran pueblo y su ejército, por la profunda transformación que está presenciando en el marco de las amplias reformas encabezadas por el Presidente Abdelmadjid Tebboune. Este gran país no se ha movido ni un centímetro de sus posiciones de apoyo a las causas justas y las luchas de los pueblos por la libertad y la autodeterminación, especialmente los pueblos palestino y saharaui.

Al igual que los pueblos y países del mundo, el pueblo saharaui, como es el caso de Argelia, el país de la gloriosa Revolución de Noviembre, y Sudáfrica, el país de Nelson Mandela, sólo quiere un mundo donde prevalezca la justicia y donde el derecho internacional y el derecho internacional humanitario se apliquen sin vacilaciones ni discriminaciones.

Esta es una ocasión para transmitir un mensaje de solidaridad y apoyo al hermano pueblo palestino en su justa lucha por establecer su Estado independiente con Al-Quds Al-Sharif como su capital. Condenamos y denunciamos la política genocida practicada por Israel contra civiles indefensos en Gaza y en otros lugares.

En estos días en los que nuestro pueblo en todo el mundo conmemora con orgullo y entusiasmo el Día del Estado Saharaui, saludamos al movimiento de solidaridad internacional cuyos miembros han estado presentes con nosotros en muchos eventos y actividades, como el Sahara Marathon que está reuniendo a muchos participantes de África, América Latina, Europa y Aisa.

Europa está llamada hoy, como estados individuales y como Unión Europea, a que contribuya de manera práctica al establecimiento de una paz genuina y duradera en el norte de África con estricto respeto del derecho internacional, el derecho internacional humanitario y el derecho europeo en relación con el Sáhara Occidental.

Esa contribución sólo será genuina y exitosa si apoya una solución basada en la legitimidad y que permita al pueblo saharaui ejercer su legítimo derecho a la libre determinación y a la independencia, absteniéndose de alentar la injusticia, el expansionismo y la agresión de Marruecos, y absteniéndose de celebrar cualquier acuerdo con el Reino de Marruecos que afecte al espacio aéreo, el territorio o las aguas territoriales del Sáhara Occidental.

Esta es también una ocasión para recordar al presidente del Gobierno español que el Estado español, al intentar de forma traicionera una vez más apuñalar al pueblo saharaui por la espalda, como ocurrió en los Acuerdos de Madrid de 1975, no puede cambiar su condición jurídica de potencia colonial con la obligación de completar la descolonización del Sáhara Occidental.

Cualquier relación entre el Estado español y el Reino de Marruecos a expensas del pueblo saharaui y de sus legítimos derechos no sería más que una flagrante violación del derecho internacional y un nuevo crimen que mancharía al Estado español con más sangre de saharauis indefensos.

Pueblo saharaui en todas partes,

 

Como miembro fundador de la Unión Africana, la República Saharaui desempeña su papel internacional y cumple sus obligaciones en el marco de la organización continental en aras de la paz, la estabilidad y la prosperidad en África y en el mundo.

Esperamos que la Unión Africana asuma su responsabilidad con respecto al Sáhara Occidental, como cuestión africana por excelencia, y que la aborde con urgencia para resolver el conflicto entre dos de sus Estados miembros poniendo fin a la ocupación militar ilegal marroquí de partes del territorio de la República Saharaui, de conformidad con los principios y objetivos del Acta Constitutiva de la Unión, en particular, el respeto de las fronteras existentes en el momento de la independencia.

Al tiempo que tomamos nota con satisfacción del nivel de las relaciones fraternales y de buena vecindad con la hermana Mauritania, instamos a los países y pueblos de la región a que fortalezcan los esfuerzos de cooperación y coordinación para hacer frente a los grandes peligros que acechan a nuestra región, especialmente los que se derivan de las políticas expansionistas y agresivas aplicadas por el régimen marroquí de Majzén.

Como hemos advertido en repetidas ocasiones, hoy advertimos una vez más contra las acciones graduales y crecientes del estado ocupante de Marruecos destinadas a crear focos de tensión e inestabilidad en nuestra región, no sólo inundándola con sus drogas y alentando y apoyando a las bandas del crimen organizado y a los grupos terroristas, sino también involucrando a las infames potencias coloniales criminales y abriéndoles la puerta de par en par a través de sospechosas alianzas para promover sus agendas subversivas.

Hacemos un llamamiento al hermano pueblo marroquí con la mano tendida para lograr una paz verdadera, justa y duradera. Confiamos en que el pueblo libre de Marruecos no acepte la injusticia y la opresión que se inflige a sus hermanos y vecinos saharauis. Sabe muy bien lo firme y fuerte que es el pueblo saharaui en la defensa de sus derechos, pero también se da cuenta de lo bueno, pacífico y generoso que es el pueblo saharaui en el marco de unas relaciones adecuadas basadas en el respeto mutuo, la buena vecindad y la cooperación entre todos los pueblos y países de la región.

Pueblo saharaui en todas partes,

 

Desde el 13 de noviembre de 2020, la causa nacional ha entrado en una nueva fase debido al torpedeo por parte del estado ocupante de Marruecos del acuerdo de alto el fuego y su ocupación de nuevas partes de nuestro territorio nacional.

En un día tan histórico, queremos rendir un merecido homenaje a los héroes, a los combatientes del Ejército Popular de Liberación Saharaui, que luchan contra el enemigo con firmeza firme y fortaleza implacable, todos decididos a completar la tarea de la liberación.

Las graves violaciones y ataques contra civiles saharauis indefensos y sus bienes por parte del estado ocupante de Marruecos indican una nueva escalada de las políticas de brutal represión, abusos y asedio debido a su estrepitoso fracaso a la hora de legitimar su ocupación y quebrar la valiente resistencia saharaui.

Nuestro mensaje a nuestro firme pueblo en los Territorios Ocupados y en el sur de Marruecos es un mensaje de solidaridad y apoyo, un mensaje de lealtad a los mártires. Saludamos a los presos políticos saharauis en las cárceles marroquíes, a los héroes de Gdeim Izik, a sus compañeros y a sus familias, mientras levantan la bandera de la resistencia, la firmeza y el desafío frente a los verdugos invasores.

El estado ocupante de Marruecos sigue obstruyendo los esfuerzos internacionales para descolonizar el Sáhara Occidental, con la complicidad indisimulada y vergonzosa de algunas partes conocidas, incluso en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hacemos hincapié en el deber de las Naciones Unidas de proteger a los civiles indefensos en una zona de conflicto bajo su responsabilidad directa y de acelerar la aplicación del mandato de su misión en el Sáhara Occidental, la MINURSO, que es la celebración de un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, completando así la descolonización de la última colonia africana.

Una vez más, la respuesta decisiva del pueblo saharaui a la intransigencia y escalada del estado ocupante de Marruecos será una mayor cohesión, estrechar filas, adherirse a los lazos sagrados de la unidad nacional y una firme resistencia a los planes y complots del enemigo y a sus crecientes ataques contra nuestro frente interno.

Al igual que ocurrió con la invasión militar marroquí de nuestro país el 31 de octubre de 1975, el pueblo saharaui hoy, con el Ejército de Liberación del Pueblo Saharaui a la cabeza, está más decidido a afrontar el reto. Nada disuadirá a nuestro pueblo de alcanzar, por todos los medios legítimos, sus sagrados derechos, que son inalienables, imprescriptibles e innegociables.

En su cuadragésimo octavo aniversario, la República Saharaui es una realidad nacional, regional e internacional irreversible que no puede ser soslayada como una realidad profundamente arraigada, un factor de equilibrio y estabilidad en toda la región, y una fuerza imparable que avanzará en el camino de la liberación y la construcción, hasta la culminación de su soberanía sobre todo su territorio nacional.

Viva la República Árabe Saharaui Democrática

Viva el Frente Popular para la Liberación de Saguia el-Hamra y Río de Oro

Viva el pueblo saharaui

Intensificar la lucha para expulsar al ocupante y recuperar la soberanía.