Madrid, 04 de noviembre de 2017(SPS)-. La Delegada saharaui para España, Jira Bulahi,envió un mensaje al movimiento solidario sobre el programa Vacaciones en Paz
Estimados amigos y amigas:
En las recientes Jornadas Estatales de Coordinación del programa “Vacaciones en paz” hemos estado hablando y debatiendo sobre uno de los proyectos con más carga humana dentro de gran variedad de proyectos, ideas e iniciativas de solidaridad que se han hecho a favor del pueblo saharaui.
Todos nosotros y nosotras, sabemos que el proyecto “Vacaciones en Paz” es una obra que engloba todos los valores universales que nos caracterizan como seres humanos. No se puede negar el arraigo emocional que envuelve ese gran proyecto. Cuántos niños y niñas han podido disfrutar de esa ilusión.
Sin miedo a equivocarme podría afirmar que este programa es la base de una Alianza de Civilizaciones, de la que tanto se ha hablado durante mucho tiempo. “Vacaciones en Paz” ha brindado, y aún brinda, un abanico de sentimientos y sensaciones que nadie puede describir, porque es un proyecto que se ha hecho desde el primer momento desde el corazón. Y las cosas cuando se hacen desde el corazón, es difícil que no salgan bien.
“Vacaciones en Paz” no es solamente sinónimo de niñas y niños que llegan y se van, sino que además de eso, es un cordón umbilical entre dos culturas, dos idiomas, dos familias, dos religiones, y por supuesto, dos realidades. Es ver crecer generaciones enteras de niñas y niños HERMANADOS para siempre. “Vacaciones en Paz” es el regalo, en mayúscula, para muchos chavales que nunca supieron de la existencia de Reyes Magos, ni de centros comerciales, ni de playas, ni de zapatos nuevos, etc.
Con “Vacaciones en Paz” se dio un sello peculiar a la solidaridad y la hermandad con el pueblo saharaui. Es un proyecto que late ilusión, sueño, pero también muestra una trágica realidad, la de un pueblo que lleva casi medio siglo de exilio y cruel ocupación. NUNCA debemos olvidar que la principal causa de la precaria situación humanitaria en los campamentos y en los territorios ocupados son las políticas y prácticas de la ocupación marroquí y la complicidad de algunas potencias europeas que con su escalofriante indiferencia legitiman las prácticas de la ocupación. Y este mensaje debemos también trasladárselo a las familias que todos los veranos acogen a nuestros hijos e hijas.
Un pueblo noble, que lucha contra todo tipo de avatares de la vida, tanto de carácter político, como de intereses comerciales entre las grandes potencias, así como contra las adversidades meteorológicas. A pesar de todas estas adversidades su férrea voluntad hace que emerja erguido y firme.
El pueblo saharaui envía a sus niños y niñas para que pasen sus vacaciones en paz, pero también los envía como embajadores para dar a conocer sus legítimos derechos y su sagrada lucha por la libertad e independencia. Sus hijas e hijos son mensajeros de un pueblo que apuesta por la paz, pero que en caso necesario utilizará todas las opciones legítimas en defensa de sus derechos inalienables como Pueblo. También reivindica derechos que se pueden recuperar, en caso necesario, por otros medios no necesariamente pacíficos.
Amigas y amigos, “Vacaciones en Paz”, como gran proyecto a favor del pueblo saharaui, no está a salvo de los ataques del enemigo. Marruecos y sus secuaces han intentado, y los siguen haciendo, socavar los valores que han cimentado este proyecto. Es por tanto, nuestra labor mantenernos unidos frente a esas afrentas, que no hacen más que manchar un gran programa de solidaridad.
No es menos cierto que como todo proyecto de esta envergadura tiene dificultades lógicas. Pero también es nuestra labor corregir y rectificar aquellos aspectos que puedan perjudicar la continuidad de este programa.
“Vacaciones en Paz” no se puede apagar. Sé que la crisis ha hecho grandes mellas, pero sé también que este proyecto hecho con ilusión, amor y solidaridad entre los pueblos, no puede ir un paso atrás, porque de nosotros y nosotras depende que los sueños y alegrías de muchas niñas y niños se cumplan.
Hay muchos proyectos de solidaridad con el pueblo saharaui cuya fecha de vencimiento será cuando se consiga la independencia del Sahara Occidental, cosa que deseo que no vaya a suceder con ”Vacaciones en Paz”, porque, como mencioné anteriormente, es un proyecto hecho de amor y corazón, y eso sí que no puede tener caducidad. Y porque somos dos pueblos hermanos, unidos por lazos imborrables de solidaridad, cariño y respeto. Ya lo dijo Eduardo Galeano, gran amigo del Pueblo Saharaui, LA SOLIDARIDAD ES LA TERNURA DE LOS PUEBLOS.
Viva la solidaridad. Viva la lucha del Pueblo Saharaui. Viva la libertad.
Jira Bulahi,
Delegada saharaui para España.