Maputo (Mozambique), 28/08/2017 (SPS)- La diplomacia marroquí acaba de cosechar un Nuevo revés en la Cumbre Ministerial sobre el Desarrollo de África (AICAD-VI), que se celebró en la capital de Mozambique, Maputo, entre el 23 y el 25 de este mes, gracias a la movilización de los países africanos frente a "la actitud inconveniente e irrespetuosa de la delegación marroquí", según fuentes diplomáticas cercanas al evento.
En la reunión, Marruecos intentó por todos los medios y con la ayuda de Japón, co-organizador de TICAD, a impedir la participación en la Cumbre de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Frente a dichos intentos de obstaculizar la participación de un país miembro de la organización panafricana, los países africanos se movilizaron para reafirmar su "respeto escrupuloso a los principios y decisiones de la Unión Africana y defender el derecho legítimo de la RASD como miembro fundador de la organización, en participar en todas las reuniones y actividades, conforme a la decisión 877 adoptada por la Asamblea de Jefes de Estado y Gobiernos de la UA, en enero 2015 y la decisión 942 en enero 2017".
En este sentido, los países africanos, subrayaron de forma unánime, que las decisiones y principios que rigen la UA, "no son negociables y se tienen que respetar". Gracias a dicha solidaridad y compromiso, Japón cedió a las exigencias y aceptó la participación de la RASD en la reunión ministerial.
Frente a la firmeza de los miembros de la UA en defender los principios de su organización, la delegación marroquí, compuesta por 15 “diplomáticos” encabezados por su ministro de asuntos exteriores, Naser Boureta, recurrió a todos los métodos para impedir el acceso de la delegación saharaui a la sala, inclusive la violencia y la agresión física.
Lo cual llevó los “diplomáticos” marroquíes a conquistar los puestos de policías y agentes de seguridad en pleno territorio mozambiqueño, llegando a impedir la entrada del propio ministro de exteriores del país anfitrión, lo que le obligó a acompañar personalmente la delegación saharaui, conforme al acuerdo entre UE y Japón.
Posteriormente, el canciller de Mozambique, ordenó sus agentes a expulsar a los marroquíes y prohibir su entrada, provocando que el propio Boureta, negociara personalmente con los agentes su acceso a la sala de reuniones.
Una vez en la sala, Boureta, sin el resto de su delegación, pidió sin éxito la palabra, lo que le llevó a abandonar la reunión, dejando vacío el asiento dedicado al Reino de Marruecos.
Según las mismas fuentes diplomáticas, el incidente protagonizado por la delegación marroquí, fue considerado "inconveniente y una falta del respeto al país acogedor de la cumbre", incluso por los países conocidos por su apoyo a Marruecos.
El canciller de Mozambique afirmó en la rueda de prensa que ofreció con su homólogo japonés, que "algunos no comprenden que los problemas políticos no se resuelven aquí y, recurrieron a la violencia, creyendo que Mozambique es una república bananera".
Finalmente, la participación por primera vez de la RASD en este foro que agrupa potencias mundiales y organizamos internacionales, constituye una victoria y un reconocimiento de la lucha del pueblo saharaui por su libertad e independencia. (SPS)
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