Quito, agosto 15 del 2017.- Un nuevo atropello dirigido en contra del militante y activista saharaui, Deida Ould El Yazid, el pasado 5 de agosto, en la ciudad de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental ocupado, pone en evidencia la política sistemática de control, amedrentamiento y represión en contra de las personas más frágiles en los Territorios Ocupados, en este caso las personas de edad, declaró Pablo de la Vega, coordinador de la Asociación Ecuatoriana de Amistad con el Pueblo Saharaui (AEAPS).
Según información proporcionada por familiares y organizaciones saharauis, incluida la Comisión Nacional Saharaui de Derechos Humanos (CONASADH), Deida Ould El Yazid, activista saharaui de 84 años de edad, llevaba varios días en una sentada de protesta en contra de la ocupación marroquí, frente a la casa de uno de sus familiares, cuando hubo una intervención policial en la que fue brutalmente golpeado y arrastrado, por lo que luego tuvo que ser trasladado a un centro médico para su atención.
La situación parece agravarse aún más debido a que la familia ha sido obligada a abandonar su vivienda como parte de las represalias marroquíes contra este activista saharaui considerado “el padre de la intifada saharaui”.
Según de la Vega, las normas y los estándares internacionales garantizan el principio de no discriminación que el Reino de Marruecos debe respetar y proteger, más aún en el Sáhara Occidental bajo su control y ocupación, a pesar de la ilegalidad e ilegitimidad de ese hecho.
Sin duda alguna, Marruecos como nuevo miembro de la Unión Africana (UA), desde enero de este año, está obligado a considerar las disposiciones del Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos relativo a los derechos de las personas de edad en África, sostuvo este activista y defensor de derechos humanos.
Del mismo modo, Marruecos como Estado participante en la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, foro global en el que se aprobó la Declaración Política y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento 2002, adquirió compromisos sobre los cuales debe rendir cuentas ante la comunidad internacional, y este es uno de ellos, agregó.
Para de la Vega, este caso y otros similares deben llamar la atención de la Experta Independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad, Rosa Kornfeld-Matte, designada en mayo del 2014, por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, cuyo mandato es “trabajar para fomentar la aplicación de medidas que contribuyan a la promoción y protección de los derechos humanos de las personas de edad”.
Este caso será elevado a su conocimiento, junto a la Comisión Nacional Saharaui de Derechos Humanos (CONASADH), para su intervención, concluyó.