Quito, Ecuador, 08/05/2017 (SPS).- Presidido por dirigentes de la Juventud Comunista del Ecuador, durante los días sábado 6 y domingo 7 de mayo, se reunió en la ciudad de Quito, el Segundo Congreso del Partido Comunista Ecuatoriano (PCE), en el que se debatió sobre la coyuntura nacional e internacional, y el papel de las organizaciones políticas de izquierda en los procesos de liberación nacional.
En la ceremonia de inauguración participaron Paul Almeida, secretario general del PCE; Laura Almeida, presidenta del II Congreso del PCE; Gabriela Rivadeneira, secretaria ejecutiva del Movimiento Alianza PAIS y actual presidenta de la Asamblea Nacional del Ecuador; José Serrano, ex ministro de Estado y asambleísta nacional electo; y, Rosa Mireya Cárdenas, parlamentaria andina electa por Ecuador. También estuvieron presentes delegados de varios movimientos y organizaciones políticas y sociales, y miembros del cuerpo diplomático como invitados especiales, entre ellos el embajador de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Ecuador, Alisalem Sidi Zein.
Por aclamación, el II Congreso del PCE considerando el derecho de los pueblos a su libre determinación establecido en la Carta de las Naciones Unidas y, en particular en la Resolución 1514 (XV), de diciembre 14 de 1960, así como las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General y el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas y otros tantos llamamientos de la Unión Africana y varios organismos intergubernamentales, resolvió:
1.- Expresar su apoyo total e incondicional al pueblo saharaui en su justa lucha por la autodeterminación e independencia y el rechazo a la ocupación ilegal de su territorio llevada a cabo por el Reino de Marruecos desde hace más de cuatro décadas;
2.- Pedir a las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad tomar todas las medidas necesarias para la aplicación y la celebración inmediata del referéndum de autodeterminación para lo cual se ha creado la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), presente en el territorio desde 1991;
3.- Solicitar que la MINURSO no siga siendo la excepción entre todas las misiones de las Naciones Unidas que no incluye como parte de su mandato la vigilancia y la supervisión de las violaciones de derechos humanos de la población saharaui en las ciudades ocupadas por Marruecos y la apertura del territorio a las visitas de las organizaciones de derechos humanos, los observadores internacionales y los medios de comunicación; y,
4.- Exigir la liberación de todos los presos políticos saharauis en las cárceles de Marruecos, entre ellos el Grupo de Gdeim Izik y el cese inmediato del expolio y robo de los recursos naturales del pueblo saharaui por el Reino de Marruecos y demás países y empresas internacionales sin el consentimiento del dueño dichos recursos, el pueblo saharaui.
La resolución será divulgada ampliamente entre los movimientos y las organizaciones políticas y sociales del país y el exterior, y enviada a la Secretaría General de las Naciones Unidas en Nueva York.-
500/302