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El Sahara Occidental, es hoy el último resabio de un pasado colonial que debemos dejar atrás de una vez por todas” (senador mexicano)

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Argel, 29 /10/2011 (SPS).-  El senador mexicano Julio César Aguirre Méndez   afirmó estesábado durante  la inauguración de la segunda conferencia Internacional sobre "El derecho de los pueblos a resistir: el caso del  pueblo saharaui ", que  El Sahara Occidental,  es hoy el último resabio de un pasado colonial que debemos dejar atrás de una vez por todas”

El senador mexicano y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores para África participa en esta conferencia junto con representantes de 30 países.

A continuación reproducimos el texto integro de la intervención del senador mexicano:

“En primer lugar, quiero agradecer la invitación de la Embajada de la República Árabe Saharaui Democrática en México, del Comité Nacional Argelino para la Solidaridad con el Pueblo Saharaui y de la Unión de Juristas Saharauis, para participar en esta Conferencia internacional sobre “El derecho de los pueblos a la resistencia : El caso del Pueblo Saharaui”.

Saludo respetuosamente al Comité Organizador y a todos y cada uno de los representantes de las diversas delegaciones de África, Asia, América Latina y del Caribe que nos acompañan. 

De donde yo provengo, el respeto al derecho ajeno es la paz. Y uno de los derechos más reconocidos y defendidos por México, a lo largo de toda su historia como nación independiente, ¡es justamente el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos!.

El derecho de los pueblos a decidir su propio futuro es un derecho inalienable ampliamente reconocido por la comunidad internacional; la resolucion1514,  aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de 1960, convirtió a este principio en uno de los elementos fundamentales de nuestro sistema internacional. 

Sin embargo, garantizar el respeto a la expresión de la voluntad soberana de los pueblos, constituye hoy en día una de las grandes asignaturas pendientes de la agenda internacional de nuestro tiempo.

La libertad, razón y fundamento del derecho a la resistencia, nunca es dada voluntariamente por el opresor: debe ser demandada y ganada por el oprimido.

Por ello, lo que nos une el día de hoy no es una simple coincidencia ideológica. Lo que nos identifica es nuestro espíritu solidario, combativo y libertario.

En los últimos 50 años,  hemos visto a muchas ex colonias africanas alcanzar su independencia y su dignidad como países libres.

El Sahara Occidental, en cambio, es hoy el último resabio de un pasado colonial que debemos dejar atrás de una vez por todas.

El pueblo saharaui es un pueblo noble y pacífico, y son ya 36 años los que lleva luchando para poder ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación y a elegir libremente su destino.

En este contexto, compañeras y compañeros, nuestro mensaje debe ser claro y contundente. En la lucha contra la dominación colonial, no están solos.

Que esta conferencia sirva para reiterar y reafirmar una vez más la legitimidad y la fortaleza de esta lucha colectiva. El derecho del pueblo saharaui a resistir ante la ocupación ilegal de su tierra por parte de Marruecos, es una causa común que nos ocupa a todos.

La denuncia de la violación masiva, sistemática, documentada y verificada de los derechos humanos en la zona del Sahara Occidental sometida a la ocupación marroquí, debe ser  uno de los aspectos centrales de nuestra estrategia compartida.

A lo anterior, debemos añadir las acciones nacionales que sean necesarias para conseguir el apoyo de nuestros gobiernos a la exigencia para que la ONU organice lo antes posible el referéndum de autodeterminación mandatado por múltiples resoluciones de la Comunidad Internacional.

En nuestra perspectiva, estas propuestas constituyen ingredientes fundamentales de una estrategia común que todos estamos obligados a impulsar desde nuestro respectivo ámbito de competencias.

Y al respecto, permítanme hablar en mi carácter de legislador. Día con día, el papel de los parlamentos y de los parlamentarios crece en asuntos internacionales.

La influencia de los representantes populares en el proceso de toma de decisiones de nuestros respectivos poderes ejecutivos, es uno de los grandes avances de las últimas décadas. 

Por ello, es desde los parlamentos de donde debe surgir un nuevo impulso al proceso emancipador del pueblo saharaui.

En el senado mexicano, hemos aprobado en los últimos años sendos puntos de acuerdo para respaldar las labores del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y su decisión de prorrogar y fortalecer el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO), instancia de mediación creada por la ONU para buscar alternativas de solución que garantizaran el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental. 

Lo anterior, tomando como fundamento principal que desde el año de 1963, el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas incluyó al Sahara Occidental en la relación preliminar de regiones del mundo a las que se les debía aplicar la Declaración sobre concesión de independencia a países y territorios coloniales.

En efecto, como todos ustedes recordarán, en 1965, la ONU proclamó de manera contundente e inobjetable, el derecho a la autodeterminación del Pueblo Saharaui instando enérgicamente a España a efecto de que agilizara su descolonización.

Como consecuencia, a principios de los años 70 y ante la presión internacional, España decidió convocar un referéndum de autodeterminación y empezó a elaborar el censo de población de Sahara Occidental.

Años más tarde, el 10 de mayo de 1973, después de una larga lucha pacífica, se formó el Congreso Constitutivo del Frente Polisario, mismo que fue reconocido por la ONU en mayo de 1975, como la principal fuerza política y militar de los saharauis.

Ante la transición democrática española generada por la muerte del General Francisco Franco, el 14 de noviembre de ese mismo año, España entregó el territorio de Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania, a través de la firma de los Acuerdos Tripartitos de Madrid, provocándose así los primeros enfrentamientos armados entre el Frente Polisario y las Fuerzas Armadas Reales Marroquíes y las Mauritanas.

Marruecos, junto con la invasión militar, inició un esfuerzo de poblamiento masivo de la zona, con la movilización de 350 mil marroquíes dentro del territorio del Sahara Occidental.

Ante tal circunstancia, la población civil saharaui se vio obligada a huir al desierto  argelino.

El Frente Polisario proclamó la constitución de la República Árabe Saharaui Democrática el 27 de febrero de 1976, estableció su capital independiente y continuó su lucha militar y política logrando firmar la paz con Mauritania en 1979, logrando finalmente el reconocimiento de más de 76 países.

México estableció relaciones diplomáticas con esta nueva nación el 8 de septiembre del  1979.

Marruecos, sin embargo, se anexionó y reivindicó como suya la parte a la que Mauritania renunció para continuar y mantener hasta el día de hoy la ocupación que hoy nos ha reunido para discernir.

Ante la resistencia militar y civil del pueblo saharaui, Marruecos levantó un vergonzoso muro que divide a ese pueblo por la mitad,  tal y como lo hacía el muro de Berlín, y tal y como hoy pretenden hacerlo los Estados Unidos en su frontera con México. Muro ignominioso que por su puesto rechazamos y condenamos.

En 1988, el Rey Hassan II, al convencerse de la imposibilidad de paralizar la resistencia saharaui, aceptó en el Congreso de la Unidad Africana el derecho de autodeterminación del Sahara Occidental.

Este acto llevó a las Naciones Unidas y a la Unidad Africana a organizar  largas negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario mismas que culminaron con la firma de un Plan de Paz en 1991, que empezó con el alto el fuego el 6 de septiembre del mismo año y que debería haber concluido con la aplicación de un referéndum democrático en el que el Pueblo Saharaui, de manera libre y con presencia de observadores internacionales, decidiera su destino.

En tal contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la creación de la Misión para la Organización de un Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), con la principal finalidad de conseguir la realización de un referéndum mediante el cual la población saharaui pueda elegir, de manera autónoma, entre la independencia o la integración con Marruecos.

Sin embargo, el referéndum originalmente previsto para enero de 1992, no se ha llevado a cabo debido a la resistencia de Marruecos para cumplir con el Plan de Paz de la ONU y con los todos los acuerdos posteriores.

El hecho es que este asunto se ha convertido ya en un asunto delicado no sólo desde la perspectiva política y militar, sino que también se ha vuelto  preocupante desde la óptica humanitaria, ya que hoy, el saharaui es un pueblo dividido por un muro que requiere de la ayuda humanitaria para atender las necesidades de 220.000 refugiados y de aquellas familias que viven en las zona ocupada en una deplorable situación.

Honorable auditorio:

Las Naciones Unidas requieren de un decidido apoyo de la comunidad internacional para lograr implantar la legalidad y terminar con este conflicto histórico y de grandes repercusiones en la zona del Sahara Occidental.

El diálogo político y la negociación son las únicas alternativas para asegurar que miles de personas dejen su situación de refugiados y encuentren mejores condiciones su desarrollo humano, político, económico y cultural.

Las y los mexicanos, estamos convencidos de que una solución justa y duradera contribuirá no sólo a la consolidación de la paz, sino también a crear condiciones de un proceso de integración en el Magreb.

Por ello, hicimos y hacemos votos para que las pláticas directas entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos, permitan alcanzar un arreglo justo y permanente en el conflicto del Sahara Occidental,  contribuyendo con ello al desarrollo de relaciones de cooperación y un clima de estabilidad y seguridad en la región.

La política exterior de México promueve y reivindica entre sus principios fundamentales el respeto a la soberanía y a la libre autodeterminación de los pueblos, así como la solución pacífica de controversias.

El Senado de la República, con base en el principio constitucional que reivindica el derecho a la autodeterminación de los pueblos, acordó de igual forma dirigir comunicación al Parlamento del Reino de Marruecos, a efecto de hacerle patente nuestra preocupación por el incumplimiento del Plan de Paz y de varias de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas respecto al Sahara Occidental.

Asimismo, exhortamos al Presidente de la República para que intercediera ante el Reino de Marruecos, haciendo un respetuoso llamado al Rey de este país para que coopere con los esfuerzos de la comunidad internacional y permita la celebración del referéndum de autodeterminación del pueblo Saharaui, aprobado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

De esta forma, que no quede lugar a dudas, México se pronuncia de manera enfática y contundente en respaldo del derecho del pueblo saharaui a la resistencia y a la autodeterminación.

Y concluyo mi intervención recordando lo dicho por el escritor mexicano Carlos Fuentes: “No existe la libertad, sino la búsqueda de la libertad, y es esa búsqueda lo que nos hace libres”.

Por su atención, Muchas gracias

La segunda conferencia  Internacional sobre el derecho de los pueblos a resistir inició ayer sus trabajos  con la participación de alrededor de 1200 participantes de 30 países que han acudido para expresar su solidaridad con la resistencia pacífica del pueblo saharaui.SPS

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