Rabat (Marruecos), 08/07/2011.- El Movimiento 20 de febrero, que exige cambios fundamentales en Marruecos reafirmó ayer su apego a sus reivindicaciones "justas y legítimas" y que tiene la intención de seguir exponiéndolas en la calle mediante la organización de manifestaciones y marchas.
"Todavía nos aferramos a nuestras reivindicaciones justas y legítimas hasta su realización a través de un programa de lucha", indico la coordinación del movimiento en Rabat en un comunicado leído durante una conferencia de prensa conjunta en la que los líderes de "Jóvenes del 20 de febrero", anunció la organización de una marcha el domingo en la capital marroquí. Es la segunda marcha a la que llama el movimiento después del referéndum de revisión constitucional que ha visto como el "sí" ganaba con más del 98% de los votos que se pronunciaron con una participación de más del 72% según cifras oficiales.
Denunciando la nueva Constitución "en su forma y contenido", el movimiento indico que la consulta sobre el proyecto de revisión de la Ley Fundamental no era mas que “un referéndum de renovación de lealtad", dijo Jelouli Abdellali, un militante del movimiento. Por su parte, Imad Shchukar estimo que el contenido de la nueva Constitución estaba lejos de cumplir las condiciones de una Constitución democrática. "Para el movimiento, la cara de una constitución democrática debe reflejarse en la instauración de una monarquía parlamentaria", dijo.
Por su parte, Yousra Saher, dijo que no había ninguna disposición para cambiar en profundidad, y añadió que una constitución democrática debe pasar por el establecimiento de una Asamblea Constituyente. Por último, Mohamed Errazki recordó que la lucha del movimiento continuará, porque, dijo, "nuestras demandas no fueron satisfechas y no vemos la llegada de una nueva era."
El Movimiento del 20 de febrero, que adquirió su nombre de la fecha de las primeras grandes marchas, hace más de cuatro meses, había llamado a un boicot del referéndum, rechazando "tanto el fondo como la forma" el proyecto de ley fundamental que no responde a las exigencias de una constitución democrática. (SPS)