23 de febrero de 2018(SPS)-. Los campamentos de refugiados saharauis situados en Tinduf (Argelia) acogerán el 26 de febrero la 18ª edición del Maratón del Sáhara. Los objetivos de esta carrera solidaria son dar a conocer la situación de los desplazados del Sáhara Occidental y obtener recursos destinados a proyectos de ayuda humanitaria. Sin embargo, la verdadera carrera de fondo es la que soportan los más de 200.000 saharauis que resisten día a día en uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, la hamada argelina. Por eso, el Maratón del Sáhara es muchísimo más que una carrera. Aquí se corre por solidaridad, para apoyar a un pueblo injustamente tratado y darle voz. En el Sáhara se corre por la libertad.
Las zancadas en el desierto de cientos de corredores llegados de diferentes lugares del mundo, se convierten en medicamentos, en material escolar... en toneladas de solidaridad. El eco de estas pisadas, también, es la voz de un pueblo que lleva 42 años viviendo en el exilio. Los saharauis siguen luchando para que se cumplan los Acuerdos de Paz firmados en 1991 -y refrendados por la ONU- que acordaban un referéndum de autodeterminación para el Sáhara Occidental y que Marruecos se niega a cumplir, ante la incapacidad de la comunidad internacional de desbloquear la situación.
Una semana de convivencia
A la sensación de belleza, de soledad, de cierta dosis de aventura que conlleva correr por el desierto, se le añade la inolvidable experiencia que supone convivir una semana con las familias saharauis en sus jaimas. Su entrañable hospitalidad y alegría; la dignidad con la que llevan tener que sobrevivir en medio de la 'nada' ... conquista el corazón de todos los corredores. Por ello, al regresar a sus países, muchos de los participantes del Maratón del Sáhara se implican en proyectos solidarios y se convierten en portavoces del pueblo saharaui y de su lucha. SPS 090/099 Fuente MARCA.