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Las autoridades marroquíes expulsan a la familia y a los hijos de una presa política de su casa familiar

El Aaiun (capital ocupada, Sáhara Occidental), 19/06/2005 (SPS) Las autoridades marroquíes han procedido a una serie de hostigamientos en flagrante violación de sus Derechos Humanos contra activistas saharauis de los Derechos Humanos en un intento de intimidarlos, ha indicado el corresponsal de SPS en la ciudad ocupada de El Aaiun. La señora Aminatu Haidar, activista saharaui de los Derechos Humanos y presa política, fue sacada el pasado viernes del hospital Hassan Bel Mehdi de El Aaiun, después de haber sido apaleada a primera hora de la tarde del mismo día por las autoridades marroquíes, mientras participaba en una manifestación pacífica en la Avenida Smara, a eso de las 17.00 horas. Esa misma tarde del viernes al sábado, fueron violentamente apaleados otros cuatro activistas, Lidri Elhussin, la señora Fatma Ayach, Hmad Hammad y El Hussein Muthiq, mientras que otros dos ciudadanos, la señora El Ghalia Sbaai y Nah Tarek, fueron brutalmente torturados al aire libre por los agentes del Grupo Urbano de Seguridad. Al día siguiente, sábado 18 de junio, las fuerzas coloniales marroquíes procedieron a detener a los activistas saharauis de los Derechos Humanos Abderrahman Bugarfa, de 53 años, así como a dos miembros del Comité para la Protección de los Presos de la Cárcel Negra, Mussamih Baba y Karrum Hamdi. Por otra parte, el presidente del mismo Comité de Protección de los Presos, Bazeid Salek, así como otros tres activistas, Hmad Hammad, Musaui Ahmed y Sbaai Ahmed, sufrieron intentos de detención ilegal e intimidaciones. Sus familias han sufrido visitas bestiales de policías marroquíes, que se dedicaron a amenazarlos e insultarlos. De otro lado, la sede de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos Cometidas por el Estado marroquí (ASVDH) fue registrada por agentes marroquíes que confiscaron el archivo de la asociación, informa el mismo corresponsal. Todas las casas de los activistas están sometidas a vigilancia. Cada casa tiene delante una furgoneta del GUS, llena de agentes, en lo que constituye un nuevo caso de intimidación, o quizá una introducción para nuevas detenciones próximas. “No nos impresiona ni lo uno ni lo otro", declaró a SPS uno de los activistas en la tarde del viernes. (SPS)