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La juventud de las Naciones Unidas condena la feroz represión en el Sáhara Occidental

Ginebra, 27/07/2005 (SPS)   El Movimiento Internacional de Jóvenes y Estudiantes de las Naciones Unidas (IYSMUN, en inglés) ha condenado la feroz represión contra los saharauis en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y ha pedido la liberación de los presos políticos saharauis y que se abra el territorio a los observadores, ONG y medios de comunicación extranjeros.

Al intervenir ante la 57 Sesión de la Subcomisión de los Derechos Humanos (25 de julio -12 Agosto 2005 en Ginebra), en nombre del IYSMUN, M’Hamed Chej ha expresado la preocupación de su organización por "el deterioro" de la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, reclamando que "se asegure la protección de la población civil saharaui y se restablezca al pueblo saharaui en sus derechos imprescriptibles a la libertad y la independencia".

Este es el texto completo de esta intervención :

"Señor Presidente,

La organización en nombre de la cual tomo la palabra está gravemente preocupada por el deterioro constante de la situación de los Derechos Humanos que se mantiene en el Sáhara Occidental, en particular desde que una represión marroquí feroz e indiferenciada se abate sobre la población saharaui como consecuencia de las manifestaciones pacíficas que reclamaban el respeto de los Derechos Humanos en el  Sáhara Occidental y la organización de un referéndum de autodeterminación del  pueblo saharaui.

Desde el pasado 21 de mayo, una serie de manifestaciones pacíficas contra la persistencia de le ocupación marroquí del Sáhara Occidental han sido reprimidas de forma sangrienta por las fuerzas de seguridad marroquíes, las redes policiales y sus sicarios.

Los testimonios que siguen siendo recogidos y las informaciones que llegan del Sáhara Occidental dan cuenta de más de 300 heridos entre los cuales algunos en estado grave a los que se añaden 110 detenidos y más de 40 desaparecidos. Por haber tomado parte en las manifestaciones reclamando el fin de la ocupación de su país por Marruecos, los tres jóvenes saharauis cuyos nombres damos a continuación han sido sancionados a pesadas penas de cárcel que varían de 15 a 20 años, lo que presagia con el máximo de claridad una nueva etapa y un retorno a los viejos métodos, más presentes hoy que en el pasado.  

- Hassanna Elhairach ha sido condenado a 20 años de prisión mayor.
- Buamud Ahmed Salem, condenado a 15 años de prisión mayor. 
- Daudi  Omar, condenado a 15 años de prisión mayor. 

En cuanto a las personas cuyos nombres siguen, por las mismas razones han sido  condenadas a pesadas penas que van de lo 4 a los 8 años de prisión mayor. 

Abdarrahman Bugarfa
Aloat Sidi Mohamed
El Hussein Ndur
Baba Alarbi
Hama El Karcha
El Hafed Tuabali
Abdelaziz Edday
Achir Yaya
Enafa Bujemaa
Erradi Malainin
Abbi Bachir Farrah
Kattar Lebay Leboihi

La antigua presa política Aminetu Haidar, desaparecida en las cárceles marroquíes de 1987 a 1991, militante bien conocida por la defensa de Derechos Humanos y por ser activista saharaui, se encuentra en un estado sanitario crítico en la “Cárcel Negra” de El Aaiun por haber participado también ella en una manifestación pacífica. Aminetu Haidar ha sido maltratada, golpeada de manera bárbara y transferida con urgencia al hospital Hassan Bel Mehdi de El Aaiun el 17 de junio último, donde ni siquiera se ha dejado a los médicos terminar su tratamiento antes de transferirla a la cárcel.

Desde hace algunos días, una campaña internacional por la liberación de Aminetu Haidar y de los presos políticos saharauis, creada en el Sáhara Occidental, ha sido  lanzada en varios países de Europa.

Ali Salem Tamek, otro activista y símbolo de la defensa de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, ha sido detenido el 18 de julio actual en el aeropuerto de El Aaiun, desde donde ha sido conducido bajo un dispositivo militar impresionante hacia un destino que sigue siendo desconocido. Ali Salem Tamek, que había participado en varias conferencias sobre los Derechos Humanos en Europa, volvía de España donde había estado cuidándose de las secuelas de los malos tratos sufridos en las cárceles marroquíes en las que estuvo internado en cuatro ocasiones por sus opiniones políticas.

Mohamed El Mutawakil, Mohamed Fadel Gaudi, Numria Brahim, Larbi Messaud y Lidri El Hussein, antiguos presos políticos, miembros del Forum Verdad y Justicia y conocidos activistas de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, fueron detenidos el 20 de julio por las fuerzas de seguridad marroquíes y conducidos también ellos hacia un destino desconocido.

A pesar del despliegue impresionante de las fuerzas de seguridad marroquíes, de la policía y de los GUS (guardias urbanos de seguridad), el Gobierno marroquí ha desplazado a las principales ciudades saharauis contingentes militares para hacer la “caza” de los militantes saharauis de los Derechos Humanos. Las acciones de castigo han desembocado en decenas de detenciones.

Entre las violaciones de sus derechos de que son víctimas estos últimos  figuran las campañas de hostigamiento e intimidación, la confiscación de los documentos de viaje con el fin de impedirles asistir a reuniones internacionales sobre los Derechos Humanos, campañas de denigramiento por alegaciones difamatorias de la prensa escrita y audiovisual marroquí, la deportación de personas, cierre del territorio y la puesta bajo secuestro de una población cuyas condiciones de vida son muy precarias.

La represión inaudita y brutal ejercida por las fuerzas de seguridad marroquíes sobre la población civil desarmada e indefensa ha puesto en evidencia la necesidad de proteger a un pueblo que se encuentra en verdadero peligro. Las imágenes brutales e impactantes transmitidas por las televisiones europeas de mujeres saharauis brutalizadas, pisoteadas con deprecio por los soldados marroquíes, de casas saqueadas y de familias enteras echadas a la calle son el reflejo simbólico y la representación emblemática de la tragedia que golpea al pueblo saharaui desde  la ocupación de su país por Marruecos que perdura desde hace 30 años.

Ante la movilización de la solidaridad manifestada por la opinión internacional hacia el pueblo saharaui y la multiplicación de las denuncias y las condenas a través del mundo, Marruecos continúa expulsando del Sáhara Occidental a los periodistas, las delegaciones parlamentarias y los representantes de organizaciones no  gubernamentales que pudieran dar cuenta del drama, y que constituyen a sus ojos  testigos molestos. En menos de dos mese, ocho delegaciones han visto cómo se les prohibía el acceso al Sáhara Occidental, entre las cuales está una delegación noruega, encabezada por Arne Lynngård, presidente de la Fundación Rafto, que había llegado a El Aaiun para asistir como observadores al juicio de 16 saharauis detenidos durante las manifestaciones de El Aaiun.

El clima de miedo que reina en el seno de la población civil saharaui y la amplitud de la represión que se abate sobre ella desde hace muy largos años refleja la naturaleza del sistema marroquí que sigue obnubilado por el culto a la violencia y al terror erigidos  en sistema de Estado.

Señor Presidente, 

Hay tanta injusticia, frustración y odio acumulados durante treinta años en esta región que constituyen, por culpa sólo de Marruecos y de su obstinación de volver la espalda a la legalidad internacional, un peligro para la paz y empujan innegablemente al incendio de esta parte del mundo que aspira a la estabilidad y al desarrollo.

Marruecos no puede seguir encerrándose en su lógica insensata de rechazo a aplicar el plan de la ONU para el Sáhara Occidental que prevé la organización de un referéndum de autodeterminación que ya había suscrito. Es por lo que la ONU debe usar de su autoridad con el fin de hacer que Marruecos se ponga de acuerdo con sus resoluciones que desde los años sesenta hasta ahora consideran al Sáhara Occidental como el último territorio de África aún bajo dominación extranjera.

Ante la extrema gravedad de los acontecimientos que se desarrollan desde  hace algún tiempo en el Sáhara Occidental y la urgencia que requiere la situación, la comunidad internacional debe tomar también las medidas que se imponen para asegurar la protección de la población civil saharaui y restablecer al pueblo saharaui en sus derechos imprescriptibles a la libertad y a la independencia". (SPS)