"Represión sin piedad" en el Sáhara Occidental, se lamenta Beissat

Ginebra, 28/07/2005 (SPS) "Una represión sin piedad y sanguinaria se abate diariamente sobre la población civil saharaui", se ha lamentado el embajador Mohamed Yeslem Beissat, en el curso de una rueda de prensa en el Palacio de las Naciones, al margen de la 57ª Sesión de la subcomisión de Derechos Humanos de la ONU que se desarrolla actualmente en Ginebra. Beissat estaba acompañado por la señora Christiane Perrégaux, miembro del Comité de Apoyo al Pueblo Saharaui, y por Abdeslam Omar, Presidente de Afapredesa, que centraron sus intervenciones sobre el difícil contexto y el dramático período que vive el pueblo saharaui, especialmente desde el 21 de mayo de 2005, cuando " Una represión sin piedad y sanguinaria se abate diariamente sobre la población civil saharaui, que salió a manifestarse pacíficamente en todas las ciudades saharauis y al sur de Marruecos para reclamar el respeto de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, la libertad de circular y a exigir el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia". "A pesar del vasto movimiento de solidaridad que se ha movilizado muy rápidamente, sobre todo en Europa, para denunciar la barbarie de esta represión, la persecución de los saharauis defensores de los Derechos Humanos, los secuestros y la desaparición de varios de ellos, hay como una dimisión de la comunidad internacional y un rechazo de asumir sus responsabilidades ante la denegación de justicia de la que es víctima el pueblo saharaui, que sigue viviendo los horrores de la ocupación y de la arbitrariedad”, indicó Abdessalam. El embajador saharaui puso el acento especialmente sobre la necesidad de que la ONU envíe una misión de investigación para informarse sobre la situación. "La ONU, indicó, tiene los medios y los recursos necesarios para obligar a Marruecos a cumplir las decisiones de las Naciones Unidas y aplicar las recomendaciones del Consejo de Seguridad sobre la organización bajo su égida de un referéndum justo y democrático en provecho del pueblo saharaui", añadiendo que la ONU tiene "el deber de garantizar y proteger a la población civil saharaui en peligro". Los comparecientes pidieron "la retirada de todas las fuerzas de opresión marroquíes desplegadas en las calles de las ciudades saharauis ocupadas, la libertad de acceso y de circulación en el territorio para los observadores internacionales, y sobre todo la liberación inmediata e incondicional de los activistas saharauis encarcelados arbitrariamente en las prisiones marroquíes, como Ali Salem Tamek, Aminetu Haidar, Brahim Numria, Hucin Lidri, El Mutawakil y las decenas de otros que se pudren en la Cárcel Negra de El Aaiun y en los múltiples centros de detención secretos ". (SPS)