Más de dieciséis heridos en nuevas manifestaciones en Dajla
Dajla (territorios ocupados, Sáhara Occidental), 27/06/2005 (SPS) Más de dieciséis heridos han sido contados entre los saharauis durante los enfrentamientos que se han producido este lunes contra las fuerzas de represión marroquí, mientras que al menos una persona ha sido detenida y dos casas saqueadas, según ha comprobado SPS.
Echados a las calles de la ciudad para reclamar el derecho a la autodeterminación y a la independencia así como el respeto de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, los manifestantes se han enfrentado con el GUS, la policía anti-disturbios, la gendarmería y las fuerzas auxiliares, que han cargado contra la multitud con granadas lacrimógenas, porras y pedruscos.
En un exceso de celo reforzado con un brote de chauvinismo, las fuerzas marroquíes han invadido la casa de Ulad Chij Mahjub Ben Beida, padre de Ulad Chik Abdel Jelil, desaparecido en los primeros años de la invasión militar marroquí del territorio en 1975, y de otro hijo que hoy es activista de los Derechos Humanos, Ulad Chij Mohamed Fadel, para apalearlo brutalmente, y llevárselo hacia un lugar desconocido.
El padre de la víctima había sido maltratado el pasado 13 de junio por la policía que mantiene a su familia bajo intensa vigilancia día y noche con agentes ante su casa lanzándole amenaza a cada momento que pasaba alguno de los miembros de la familia, lo que les producía un enorme nerviosismo. Un tercer hijo había coreado frases en favor de la independencia del Sáhara Occidental desde el techo de su casa la semana pasada.
Igualmente, las fuerzas marroquíes han invadido la casa del Presidente del Comité Contra la Tortura en Dajla, Mohamed El Mami Amar Salem, para sacarlo de su vivienda, torturarlo y arrastrarlo por la calle hasta perder el conocimiento para abandonarlo luego después de haberle robado sus teléfonos portátiles y su aparato de fotografías.
Como se recordará, en su último mensaje a la Unión Europea, el Presidente de la República Saharaui, Mohamed Abdelaziz, había diagnosticado que esta situación estaba llamada "a perdurar y desgraciadamente a agravarse", si bien es verdad que estas manifestaciones, más allá de "la frustración y de la decepción" de la que son síntoma ante "la pasividad de la Comunidad Internacional y la abdicación de la ONU", son ante todo la expresión "de un rechazo, que no puede ser más claro, de tres decenios de ocupación y de hachos consumados por la colonización marroquí". (SPS)