CHAHID EL HAFED-. La Asociación Saharaui de Víctimas de Minas denunció el reciente ataque del estado de ocupación marroquí contra docenas de familias saharauis que viven en la zona de Lamreiat, al sureste de la ciudad ocupada de El Aaiún, utilizando excavadoras para demoler sus hogares, destruir sus propiedades y obligarlos a abandonar la zona.
La Asociación saharaui en un comunicado difundido hoy dijo que Marruecos no le bastó con cometer genocidio y crímenes de guerra contra los civiles saharauis (matanzas, detenciones arbitrarias, torturas, persecución, saquear las riquezas, plantar millones de minas, construir muros militares, utilizar armas prohibidas internacionalmente, drones y otras) sino que ha ido màs con su política de tierra quemada, (demoler hogares saharauis, confiscar sus propiedades y apoderarse de sus tierras).
Ante esta política de graves consecuencias, la Asociación levanta su voz contra “este brutal ataque contra la propiedad saharaui que es un crimen de guerra y una grave escalada de la política de tierra quemada y la confiscación de tierras, la destrucción de propiedades, el desplazamiento forzoso y las prácticas racistas llevadas a cabo por el Estado de ocupación marroquí contra los saharauis en las ciudades ocupadas”.
En este contexto, la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas expresa su màs enérgica condena a la brutal demolición por parte de las autoridades de ocupación marroquíes de docenas de casas de familias saharauis en las afueras de la ciudad ocupada de El Aaiún.
Ha calificado esta nueva escalada como una política colonialista destinada a perpetuar la ocupación y asentar más colonos marroquíes en el territorio, en flagrante violación de los tratados y leyes internacionales.
Ante las graves y persistencias violaciones de los derechos humanos que comete Marruecos con toda impunidad, la Asociación Saharaui de Víctimas de Minas llama a las Naciones Unidas para que presione a Marruecos para que acate las convenciones de prohibición de minas y bombas de racimo (Ottawa y Oslo), y permita a las organizaciones limpiar la zona.
Y por último, exige »el desmantelamiento del muro militar marroquí que divide la tierra y el pueblo, y que es uno de los muros más peligrosos del mundo porque contiene millones de minas sembradas que provocan grandes riesgos para los seres humanos, animales y el medio ambiente.»